miércoles, 28 de abril de 2010

Sora... Libra non existence humans...

*********Sora***********

I

Al entrar llamò la atenciòn de todos. Bueno, lo cierto era que siempre era asì. Èl no podìa evitarlo. Sonriò un par de veces antes de llegar al lado del elegante hombre que lo saludò con un beso en la mejilla y luego de presentarlo ante sus amigos salieron del enorme salòn creyedno que todos estaban demasiado interesados en las conversaciones ajenas.

Asì que ese muchachito esa la nueva puta de su hermano. Uchiha Sasuke bebiò de su copa mientras Neji, Gaara y los demàs continuaban hablando de algo relacionado con la exposicion de arte de alguno y los proyectos de construccion de otros.
en realidad, no sabia por què ese rubio habìa llamado su atenciòn. Si bien era atractivo, tampoco era como los hombres que le gustaban. Pero algo en la tibia mirada azul le hizo sentir una punzada de algo que no reconociò.

sábado, 10 de abril de 2010

27

27 II

1
Se dio la vuelta. No dudó al salir de allí sin siquiera volverse a él. Después de todo, aquel hombre no lo merecía. Nada de lo que podría darle lo retendría a su lado. Él lo había dicho y no podía obligarlo a algo en contra de sus deseos.
Por eso también se fue. Se fue lo más lejos que pudo para no llorar cuando supiera que estaba casado, para que no derrumbarse al verlo con ella. Para evitar que ella se supiera triunfal cuando él había guardado sus sentimientos por tanto tiempo. Sin embargo, el tiempo no aminoraba el dolor, los amantes no le provocaban lo que alguna vez el simple roce de su piel contra la otra le hacía sentir. Y eran tantos… que no podía recordar sus nombres… tan sólo el suyo cuando estaba al límite… era aquel nombre amado el que pronunciaba con un jadeo ahogado cuando terminaba. Soñaba casi todas las noches con él, pensaba también en él y lo que podría haber pasado. Pensaba en lo que podría pasar si lo viera de nuevo, pero no debió hacerlo porque la invitación que yacía en la mesa le daba una oportunidad. Quizás la última…
“Sr. J*** Y****
Me alegra mucho tener que comunicarle que después de mucho tiempo y varias reuniones con los directivos se ha organizado un único evento en el que podrán presentarse una vez más con sus fans. Espero fervientemente que usted acepte puesto que la idea ha entusiasmado mucho a los organizadores así como también a sus compañeros.
En el dado caso de que acepte esperamos contar con su presencia el día ** del mes **** del año en curso, para afinar algunos detalles del show así como también la remuneración. Pero si decide no aceptar lo comprenderemos y agradecemos su atención a esta misiva.
De antemano, muchas gracias. Atte.: Sr. L*** S****”
***
No respondió al momento, ni siquiera ese día o esa semana. No, dudó mucho pero al final, pensó que cerrar aquel círculo vicioso en el que había estado los últimos cuatro años debía acabar en algún momento, antes de que terminara muerto o loco…
***
El día llegó con un cielo luminoso por la mañana pero ha como iban avanzando las horas y el avión llegaba desde Praga, la lluvia y el frio se fueron apoderando del azul y lo transformaron en gris opaco.
¿Eso sería un mal augurio?
Nadie estaba esperándole en el aeropuerto puesto que llegaba con dos días de anticipación, que pensaba ocupar para visitar a su hyung que acababa de salir del ejército. Sonrió al pensar en la cara de alucinado que el mayor pondría al verlo, después de todo, no habían podido hablar bien de lo que le había obligado a salir huyendo de Seúl sin siquiera despedirse de sus amigos. Mejor no pensar en eso. Tomó su equipaje del aparato que los estaba mostrando como si fueran modelos y salió con pasos lentos del edificio. Definitivamente, ya se había olvidado de los flashazos y los gritos de las fans al verlo pasar frente a ellas. Se olvidó de eso porque acarreaba el tener que pensar en quien no debía.
***
El edificio de departamentos estaba en la zona más elegante de la ciudad, incluso cada edificio tenía un lugar para los autos y un pequeño jardín frente a las puertas que estaban decoradas elegantemente. Bueno, no es que no viera cosas igual de elegantes en donde había vivido pero era un poco diferente el estar de nuevo en esa ciudad que guardaba cosas que no quería ver.
Bajó del taxi y se acomodó las gafas oscuras mientras avanzaba hacia la entrada. Se quedó un poco estático al oír la canción que sonaba en uno de los deportivos que pasaba por allí. Era una canción de amor pero lo que más llamó su atención fue la voz que la cantaba, tan suave y hermosa que la reconocería donde fuera.
Se quedó ensimismado un momento hasta que voces y risas que salían del edificio lo devolvieron a la realidad. Se detuvo al reconocer al hombre delgado que salía. Reconocería esa forma de ordenar en cualquier lugar y le sorprendió verlo acompañado por ese muchacho.
Miró a la pareja, juntos, aunque eran diferentes habían conseguido ser felices. Podía ver la confianza y el brillo en la mirada de su hyung al verle de la mano de ese hombre.
***
-… entonces le dije que se olvidara de eso. Esa Taeyeon aun no supera que el pequeño Xiah la haya dejado botada por un hombre…-comentó con una sonrisa burlona de esas que lo caracterizaban.
-no creo que sea gracioso-dijo un hombre alto que iba a su lado-No deberías burlarte de ella…
-ohh claro, se me olvidaba que eres el defensor de las dejadas…-Kim Heechul frunció la boca molesto, se alejó unos pasos del otro y entró directo al elevador.
-sólo porque haya sido yo el que dijo eso no es para que te enojes.
-deberías tenerme respeto, donsaeng- gruñó Heechul haciendo un espacio entre ambos en el escaso cuadro metálico.
Choi Siwon sonrió con burla y bajó la pequeña maleta que llevaba, se acercó con paso felinos a su acompañante. Lo tomó con fuerza de la cintura pero el mayor se revolvió como serpiente entre sus brazos. El tiempo en el ejército no le había servido, pensó Siwon. Seguía tan caprichoso e infantil.
-suéltame, donsaeng-hundió sus uñas afiladas en la piel de su brazo y Siwon soltó un quejido, provocando que apretara su cintura.
-Eso no decías hace un rato ni tampoco anoche. Creo recordar perfectamente como gritabas y pedias por más como un maldito poseído, hyung-murmuró en su oreja y aprovechó para darle un pequeño mordisco.
Heechul gimió pegándose a su cuerpo. Eso había sido un golpe bajo. Un año sin verlo y sin estar entre sus brazos. Le había dado miedo volver y encontrarlo con alguien más. Tuvo miedo de verle con una mujer, al fin uno de sus deseos era tener hijos y obviamente él no podía dárselos. Se volvió lentamente y lo abrazó. Siwon era alguien importante, el hombre que lo amaba y tenia paciencia con él.
El menor se sorprendió al sentir un casto beso en sus labios y luego la sonrisa coqueta de Heechul lo hechizó de nuevo.
***
Al salir del edificio continuaba oyendo las bromas de Heechul cuando se detuvo y miró al hombre de traje que estaba allí. Lo podía reconocer en cualquier parte. Era el donsaeng de su novio.
-¿Siwon por qué te detienes así?-Heechul miró donde Siwon y casi sufre un paro cardiaco. Allí estaba su amigo. Soltó la maleta y corrió hacia Jung Yunto que esperaba con una sonrisa.
***
-Hola hyung-dijo Yunho, dejó su equipaje en el piso y se dejó abrazar por el otro hombre. Le echó un vistazo a quien se había quedado callado. Choi Siwon estaba allí y lo miraba con el ceño fruncido y claras muestras de molestia.
-¿Cuándo volviste? Debiste llamarnos para ir a recogerte al aeropuerto, tonto donsaeng.
-Mihanne, Hyung- respondió Yunho con una sonrisa arrolladora.
-ya, ya no importa, pero quiero saber por qué decidiste volver tan repente. Quiero saber qué pasó contigo estos años,¿ me oíste? Siwon, amor, creo que no podré acompañarte al ensayo. Lo siento, cariño-se despidió de su novio y regresó al edificio con Yunho del brazo.
-hasta luego, Siwon-ah-dijo Yunho.
El atractivo hombre soltó una maldición antes de subirse en su deportivo y salir a toda velocidad de allí.