miércoles, 2 de junio de 2010

Serie- Lo que Yunho ama de Jaejoong...

1
A Yunho le gusta la boca de Jaejoong. No puede evitar dejar de mirar como muerde los labios rosados y saca su pequeña lengua para humedecerlos. Le gusta que su boca se abra en un sonrisa, le gusta cuando canta "Love in the ice" Especialmente porque siente que esa canción es para él.
A Yunho le gustaría robarle muchos besos a esa boca suave y de sabor fresa. Imagina besos ardientes, llenos de pasión... Imagina muchas cosas que quizás no pueda nunca obtener...

Eternity Rings

I

Choi Seunghyun era un idiota. Definitivamente no podría existir persona más arrogante y controladora que ese hombre, masculló Kwon Jiyong, al verlo entrar en la fiesta del brazo de esa muchacha la hija de sus tios, Park Dara.
Le dio un sorbo a su champagne y esperó a que su tio apareciera para que él se pudiera escapar de tipo de lugares que le hacían sentir mal.
"Pura gente superficial y fría, todos sólo preocupándose por ellos y los millones que pudieran ganar".

-jiyong-ah- dijo tio Kangin- me alegra que vinieras.
-Gracias la fiesta está muy linda...-comentó mientras devoraba un bocadillo.
el señor Park conocía demasiado bien al muchacho como para no darse cuenta de lo que en verdad sentía.Todos esos años con Yunjee and Jihan lo habian vuelto amargado e infeliz, y él, con las cargas de la empresa, no estaba haciendo un mejor trabajo. Pero estaba completamente seguro de que su sobrino manejaría mucho mejor sus negocios que su propia hija. Tristemente, Dara habia heredado la simplicidad y tontedad de su madre, aunque sabia cómo usar su atractivo para seducir a los hombres no era la mujer más inteligente y trabajadora que conocía.
En cambio, Jiyong había madurado demasiado pronto, a sus veintitrés años, ya habia acabado la carrera de administración y estaba en planes de empezar el master. Había dejado atrás una infancia despreocupada y era un hombre responsable y capaz. Tal como había sido su madre.
-¿Es absolutamente necesario que me quede más tiempo, tio?-Ji tenía el semblante pálido y se le veía cansado.
-Si puedes esperar unos minutos puedo conseguir que Taeyang te lleve a casa-dijo mirándolo preocupado.
-N-no es necesario, tío. Saldré y tomaré un taxi.
-Pero es peligroso.
-Nada de eso, tio, sé defenderme, no por nada hice Taekwondo, ¿no?-se alejó lentamente de allí. Estaba cansado y aburrido como para esperar a que Tae dejara a sus bonitas acompañnates.

De hecho se había salido al mes porque uno de sus compañeros le había roto una mano, accidentalemente. Eso lo había asustado mucho como para volver.

El tio le dio una mirada antes de volverse a un hombre que observaba el camino que su sobrino había recorrido hasta perderse en las elegantes puertas del hotel, en donde la recepción se estaba llevando a cabo.

-Señor Choi, espero que la fiesta esté siendo de su agrado.
-lo es, sin duda alguna. Espero pronto recibir su invitación para unirme al grupo de inversionistas-
-Téngalo por seguro...
-Ahora si me disculpais, debo salir rápidamente.
-Claro,claro,adelante.


La noche era oscura y fría, la neblina cubría hasta el suelo y el frío se colaba hasta su piel. Se tuvo que abrazar para poder soportar el clima mientras el endemoniado taxi aparecía.

Esperó unos cuantos minutos a unos metros alejado del atractivo muchacho aquel. Lo había estado observando toda la noche y algo dentro de sus actitudes consiguió llamar su atención. Lo que no sucedía muy a menudo. Y es que el chico era llamativo y con esa aura triste y melancólica que no hacía más que atraerlo sin que pudiera evitarlo. Se estaba preguntando si bajo ese traje tan conservador y negro, se escondía una piel tan suave y tibia como pensaba. Si sus labios rosados y delgados serían tan dulces como lo deseaba. ¿Sería tan bueno en la cama, como lo era para los negocios?, Seunghyun se moría por saberlo.

Una pequeña lluvia comenzó a caer y Jiyong no tuvo más opción que caminar hasta la parada de autobús más cercana. Soltó una maldición y se resguardó en una caseta telefónica cuando torrentes de agua le impidieron pasar al otro lado de la calle, estaba empezando a dudar de su suerte cuando un trueno lo hizo estremecer y desear salir de alli.Cuando otro trueno aún más fuerte resonó en el cielo, Jiyong dio casi gracias porque Tae se hubiera aparcado justo enfrente suyo.
El elegante auto hizo un sonido y Ji se acercó sin dudar.

Vio cómo se bajaba la ventana del conductor y se encontró con un rostro más que atractivo. No supo por qué pero un calor extraño se extendió por su cuerpo cuando aquel hombre le sonrió.

-¿Quiere que lo lleve, señor Kwon?

Ji se preguntaba cómo sabría su nombre...


TBC...